jueves, 18 de noviembre de 2010

EL PERRO LA PULSERA Y BENIDORM


Era mi primer viaje con el INSERSO. Aquel invierno del 98, había sido muy frío, demasiado frío para mis muchos años y mis cansados huesos. Hacía ya casi un año que me había quedado viudo. El clima frío de mi Cehegin natal y un cáncer, se habían llevado para siempre a mi querida esposa. Los meses siguientes estuvieron llenos de desconsuelo y tristeza, la vida se detuvo de repente, ya nunca más sería aquella persona alegre y divertida.
Mi amigo José, con el cual quedaba todas las tardes en el hogar del pensionista, me animó a realizar el viaje. Y e aquí, que me encuentro en Benidorm. No se muy bien que hago aquí, pero estoy aquí sin ganas de nada. Después de cenar, en el bonito y coqueto hotel donde estábamos hospedados, comenzó la fiesta de bienvenida, Comenzaron a sonar bonitas y para mi pastosas melodías, las parejas se apresuraban a bailar, y con las sonrisas forzadas y una fingida alegría todos parecían como si la diosa de la felicidad ficticia fuese la reina de la fiesta.
Ante este panorama, cruce el hall del hotel, y me dispuse a dar un paseo. La noche era hermosa, las estrellas brillaban y la luna reinaba en el cielo, su luz se reflejaba en la playa formando pasillos de luz, como sendas luminosas. Allí absorto en mis pensamientos, y con el recuerdo eterno de mi esposa, a la que no podía olvidar, se me paró el tiempo. No sabría bien cuantificar el tiempo que estuve evocando mis recuerdos. De pronto noté, como en mi pierna derecha, una humedad caliente, y cuando mis ojos miraron hacía abajo, vi a un precioso perrito, confundiéndome con su farola favorita. Una voz timbrada y con acento. Bueno el acento no pude reconocerlo porque de sus cuerdas vocales solo salían palabras inteligibles. Supongo que sería la dueña del perrito, porque el chucho nada mas oír la voz, corrió hacia ella y de un salto se acurruco entre sus brazos. La señora se acerco hacía mi toda descompuesta. Por cierto he de decir que la señora en el plano corto era una mujer bellísima, correctamente vestida, con mucho gusto diría yo. Estaba muy alterada y disgustada por la travesura del perrito, no sabía como pedirme disculpas. Le dije que no se preocupara, y aunque algo incomodo con la situación, acepte todas sus disculpas. Ella preocupada por mi pantalón, mis calcetines y mis zapatos, toda nerviosa intento limpiarme torpemente con su preciosa mano. Sus dedos temblaban, tenia unas manos sorprendentemente hermosas; finas, blancas y tersas, sus dedos de afinados extremos delgados y largos, sus uñas perfectamente cuidadas, parecían de nácar, su color rojo intenso.
Sobre su muñeca derecha, lucia una original y bonita pulsera, de la que colgaban infinidad de monedas antiguas, me llamo la atención, porque al mover la mano, parecía que sonaban multitud de campanillas, y tal era su sonido, que el perrito casi se obligaba a mantener las orejas tesas cada vez que movía su mano.
Se ofreció e insistió en que la acompañara a su casa para limpiarme el pantalón, y de buen gusto accedí. Y así fue como de repente, me encontré en calzoncillos, en una casa que no era la mía, y en una cuidad que tampoco era la mía. Y así fue también, como por culpa de un perrito desvergonzado e incontinente conocí a la que hoy es mi estupenda compañera Chantal.
¡Debe de ser las cosas del INSERSO!


Juan Miguel Aroca
ejercicio nº 2
curso 2010-2011


domingo, 7 de noviembre de 2010

Era mi primer viaje con el INSERSO. Aquel invierno del 98, había sido muy frío, demasiado frío para mis muchos años y mis cansados huesos. Hacía ya casi un año que me había quedado viudo. El clima frío de mi Cehegin natal y un cáncer, se habían llevado para siempre a mi querida esposa. Los meses siguientes estuvieron llenos de desconsuelo y tristeza, la vida se detuvo de repente, ya nunca más sería aquella persona alegre y divertida.
Mi amigo José, con el cual quedaba todas las tardes en el hogar del pensionista, me animo a realizar el viaje. Y e aquí, que me encuentro en Benidorm. No se muy bien que hago aquí, pero estoy aquí sin ganas de nada. Después de cenar, en el bonito y coqueto hotel donde estábamos hospedados, comenzó la fiesta de bienvenida, Comenzaron a sonar bonitas y para mi pastosas melodías, las parejas se apresuraban a bailar, y con las sonrisas forzadas y una fingida alegría todos parecían como si la diosa de la felicidad ficticia fuese la reina de la fiesta.
Ante este panorama, cruce el hall del hotel, y me dispuse a dar un paseo. La noche era hermosa, las estrellas brillaban y la luna reinaba en el cielo, su luz se reflejaba en la playa formando pasillos de luz, como sendas luminosas. Allí absorto en mis pensamientos, y con el recuerdo eterno de mi esposa, a la que no podía olvidar, se me paró el tiempo. No sabría bien cuantificar el tiempo que estuve evocando mis recuerdos. De pronto noté, como en mi pierna derecha, una humedad caliente, y cuando mis ojos miraron hacía abajo, vi a un precioso perrito, confundiéndome con su farola favorita. Una voz timbrada y con acento. Bueno el acento no pude reconocerlo porque de sus cuerdas vocales solo salían palabras inteligibles. Supongo que sería la dueña del perrito, porque el chucho nada mas oír la voz, corrió hacia ella y de un salto se acurruco entre sus brazos. La señora se acerco hacía mi toda descompuesta. Por cierto he de decir que la señora en el plano corto era una mujer bellísima, correctamente vestida, con mucho gusto diría yo. Estaba muy alterada y disgustada por la travesura del perrito, no sabía como pedirme disculpas. Le dije que no se preocupara, y aunque algo incomodo con la situación, acepte todas sus disculpas. Ella preocupada por mi pantalón, mis calcetines y mis zapatos, toda nerviosa intento limpiarme torpemente con su preciosa mano. Sus dedos temblaban, tenia unas manos sorprendentemente hermosas; finas, blancas y tersas, sus dedos de afinados extremos delgados y largos, sus uñas perfectamente cuidadas, parecían de nácar, su color rojo intenso.
Sobre su muñeca derecha, lucia una original y bonita pulsera, de la que colgaban infinidad de monedas antiguas, me llamo la atención, porque al mover la mano, parecía que sonaban multitud de campanillas, y tal era su sonido, que el perrito casi se obligaba a mantener las orejas tesas cada vez que movía su mano.
Se ofreció e insistió en que la acompañara a su casa para limpiarme el pantalón, y de buen gusto accedí. Y así fue como de repente, me encontré en calzoncillos, en una casa que no era la mía, y en una cuidad que tampoco era la mía. Y así fue también, como por culpa de un perrito desvergonzado e incontinente conocí a la que hoy es mi estupenda compañera Chantal.
¡Debe de ser las cosas del INSERSO!


Juan Miguel Aroca
ejercicio nº 2
curso 2010-2011

domingo, 3 de octubre de 2010

La lagrima y el beso

LA LÁGRIMA Y EL BESO.

Y mi cabeza se posó dulcemente en su pecho. Sus manos estaban entrelazadas. Mientras sus respiraciones y sus latidos se fundían en un canto profundo, suave, romántico.
-No me abandones. No te alejes de mí. Te necesito tanto.
- Si continuamos, sabes bien que corremos serios peligros. No podré soportar que nos sucediera algo irreparable.
Mis labios le rozaron. Un pequeño temblor en su cuerpo la hizo reaccionar. Se dió cuenta que tampoco ella podría vivir sin él. No podía dejarlo ir. No ahora.
Sus largos y finos dedos rozaron su mejilla en una dulce y exquisita caricia que pareció dudar solo unos segundos, pero que para él serian suficientes para amarla toda la vida y más si fuera necesario. Con una mano cogió la de ella, aquella que le había proporcionado tan dulce roce y la besó, después no pudo aguantar más, y la beso en los labios. La cogió de la nuca y con la otra mano la atrajo hacia él por la cintura. Ella quiso soltarse, pues un beso más de él, un maldito beso más, la haría hacer cualquier cosa por no dejarlo. Quiso zafarse, pero su cuerpo no respondía. Su mente decía que no, pero su corazón y su cuerpo sí lo deseaban, lo deseaban con todo su fuerza. Los besos de él siempre le habían hecho sentirse reconfortada, como si volviese a nacer, como un camino nuevo. Después de tantos desengaños. Pero ese beso fue el clímax de sus sentimientos, los cuales hicieron sus palpitaciones innecesarias. Sentía que solo con permanecer a su lado era suficiente para sentir que el amor, tanto tiempo ausente, había regresado a su corazón.
-Te amo Irene, te amo tanto, como un loco. Se que no debería hacerlo, pero te amo demasiado como para dejar, que por mi culpa, tu vida fuera una ruina. Pero también te amo demasiado como para alejarme de tu lado. Por favor no me rechaces.- Suplicó él rompiendo a llorar.
Entre sollozos, le dijo que debía de marcharse, pero también le dijo que su corazón nunca la olvidaría. Mientras, sus lágrimas lo habían envuelto en un manto oscuro y sin esperanza.
- ¿Sabes?, - le dijo ella, esbozando una pequeña sonrisa, que aun siendo triste, podía verse toda su belleza - nunca había visto llorar a un hombre.
Él, con la mirada escondida y roto su corazón, intentaba secarse las lágrimas, y ella le dijo:
- No, déjalo, es hermoso.
Y le besó en el lugar donde se acababa de posar otra lágrima.
- Te amo.
Y ella también lloró, porque su razón y su corazón por fin se reconciliaron.

Juan Miguel Aroca:

Juan Miguel Aroca:

jueves, 23 de septiembre de 2010


A MI MADRE







¡Oh, cuan lejos están aquellos días
en que cantando alegre y placentera,
jugando con mi negra cabellera
en tu blando regazo me dormías!.
¡Con grato embeleso recogías
la palabra fugaz y pasajera
que, por ser de mis labios la primera
con natural orgullo repetías!.
Hoy que de la vejez en el quebranto,
mi barba se desata en blanco armiño,
y contemplo la vida sin encanto.
Al recordar tu celestial cariño,
de mis cansados ojos brota el llanto
porque, pensando en ti me siento niño.




Juan Miguel Aroca
septiembre 2010




A MI LADO



Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte.
He visto lunas llenas en la noche,
soles agonizantes en la tarde
como los deseos de tu propia carne,
trazados a compás entre el relieve.
Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte.
Mujer sensual plena de lunas llenas,
surgiendo del pasado, que me invades.
Has estado a mi lado tantos siglos,
y hoy finalmente junto a mi renaces.



Juan Miguel Aroca
septiembre 2010

La tormenta


Le cogió la tormenta, en mitad del tupido bosque. Recordó que, cuando era niño, le explicaron que durante las tormenta, no debía refugiarse debajo de los arboles. Pero miro a su alrededor, y no vio ningún claro, eran todo arboles. Y los rayos seguían cayendo.



El capitán


Navegaba rumbo sur suroeste, el galeón con todas sus velas desplegadas. Comandaba la flota. Su capitán, ufano y altanero, oteaba el horizonte. Se relamía, pensando los parabienes que le esperaban al arribar a puerto. Había vencido en la batalla. Pero fue condecorado por un golpe de mar.



Juan Miguel Aroca: El probador

Juan Miguel Aroca: El probador: "TRIBULACIONES DE UNA TARDE DE AGOSTO Era finales de otoño no recuerdo bien el año, pero se que comenzaba a hacer frío. A media tarde y desp..."

Juan Miguel Aroca: El probador

Juan Miguel Aroca: El probador: "TRIBULACIONES DE UNA TARDE DE AGOSTO Era finales de otoño no recuerdo bien el año, pero se que comenzaba a hacer frío. A media tarde y desp..."

martes, 7 de septiembre de 2010

El probador

TRIBULACIONES DE UNA TARDE DE AGOSTO


Era finales de otoño no recuerdo bien el año, pero se que comenzaba a hacer frío. A media tarde y después de una visita del dueño de lo que serian unos grandes almacenes, escuché al encargado de la obra, decir en voz alta.
— Bueno D. Fulano, esto esta listo para su decoración final.
En aquellas palabras, quise entender que en breves días sería algo mas que cuatro tabiques de ladrillo y cemento y con un techo de fibra sintética. No estaba sólo, tenia nueve compañeros mas. yo era el del centro de la fila de la izquierda, tenia dos a mi derecha y dos a mi izquierda y en frente cinco mas. Eramos como una familia numerosa. Todos nos quejábamos del frío que pasábamos,y estábamos deseando que nos vistieran y nos decoraran.
Al día siguiente muy temprano, nos despertó un gran bullicio, golpes de martillo y voces que gritaban, supuse que habías llegado el día en que por fin nos dejarían guapos y coquetos. Los obreros fueron muy eficientes, y en apenas dos días, ya no me reconocí. El día que terminaron, no me lo podía creer, me habían vestido por completo, las paredes eran de madera, las luces se combinaban para que los reflejos sobre el espectacular espejo que me habían colocado en la parte frontal, resultaran luminosos, me colocaron una especie de banqueta, y una percha muy bonita. La puerta no fue lo que mas me gusto, a mi entender le faltaban cuarenta cm. para llegar al suelo, de tal manera que por las noches el frió se hacia insoportable. El habitáculo en si no era muy espacioso, pero creo, estoy seguro que mi comportamiento sera muy digno. Por si alguien a estas alturas del relato no sabe aun quien o que soy, les revelara el secreto.
Soy un probador de ropa en un centro comercial, y estoy muy contento y porque no decirlo algo excitado, porque me han instalado en la sección de lencería. No os podéis imaginar lo nervoso que estoy, mañana es la inauguración y me da que me lo voy a pasar mejor que bien. Mis compañeros no hablan de otra cosa.
La noche se hizo corta, apenas se sentía el frió. Sobre las nueve de la mañana, comencé a escuchar voces y las luces se encendieron y por fin parecía que todo estaba a punto. Estaba expectante por ver quien seria la primera mujer en entrar, y que se probaría, estaba muy ansioso, y por fin noté como mi puerta se abría despacio, era una chica joven, algo rellenita que llevaba un bikini en la mano, cuando la observe bien, vi a primera vista que en ese cuerpo no podía entrar un prenda ta reducida. Pero e ahi mi sorpresa que una vez colocado todo en su sitio, la vi sonriendo frente el espejo, que reflejaba en todo su esplendor su cuerpo, ya entonces supe que lo compraría, después de recoger sus cosas y vestirse, salió feliz y contenta, eso si dejando la puerta entreabierta. Cuando entenderá la gente que entra frío.
La primera mañana no dio mucho de si, fue todo normal la gente se probaba las diferentes prendas con total indiferencia, por lo que no hubo nada digno de ser resaltado. Pero por la tarde fue diferente .Aun estaba terminando mi siesta y soñando con la chica del Bikini, cuando un murmullo de voces y de risas me despertó de mi sopor, y al abrir los ojos, bueno mejor al activar mi atención vi a tres chicas amontonadas gastándose bromas entre ellas y sin para de reír, eran muy jovencitas y por un pudor extraño siendo como soy sólo un probador, no quise mirar mientras se probaban las prendas que habían escogido para la ocasión, solo me limite a escuchar la alegre y divertida conversación que mantuvieron durante toda la sesión, se probaron distintas prendas, y ni que decir tiene que se lo pasaron estupendamente.
La tarde era muy movida, tanto yo como mis colegas no dábamos a basto , el pasillo se encontraba a rebosar de mujeres esperando que alguno de nosotros estuviéramos libres para entrar y probarse las prendas elegidas. Cuando las tres chicas salieron, rápidamente entró una señora, y al abrir los ojos y mirar a través del espejo, que por donde yo lo veo todo, la vi ante mi. Era una señora oronda de piernas cortas y recias, su cintura se juntaba con sus caderas, sin que estas se pronunciaran excesivamente, sus senos eran muy prominentes de una talla de sujetador bastante elevada, los brazos cortos y rellenos, y su cuello corto, las facciones de su cara eran agradables y su pelo corto le ayudaba a dar un conjunto aceptable. Llevaba en la mano una prenda roja un tanto aburujada que no podía verla bien, pero al dejarla sobre el taburete delicadamente extendida, me lleve las manos a la cabeza, bueno quiero decir los tabiques, a veces se me olvida que soy un tan solo un probador. Cuando la señora se empezó a desvestir no sabía si cerrar los ojos o simplemente mirar para otro lado, era tanta la curiosidad que no tuve mas remedio que seguir mirando. Cuando la señora estuvo totalmente desnuda, la visión fue deprimente, su descripción seria un decálogo de mal gusto, por lo que me abstendré de hacerla, tan sólo diré que sus pechos eran dos globos semejantes a lo que seria la cara de Micke Mous. Al intentar ponerse la prenda que había escogido me quede de piedra. ¡ Era un body corrector de postura cachetero!. Y hay comenzó la batalla jamas vista y contada, No era posible que esa prenda cupiera en ese cuerpo, pero después de un esfuerzo improbó y muchos sudores, logro encajarla en su cuerpo, para mi sorpresa, levanto la cabeza y mirándose al espejo recibió la imagen en el reflejada con una amplia sonrisa, y creo recordar las palabras exactas que pronuncio.
— Esta noche te vas a enterar.
Como no soy humano no comprendí que quiso decir, lo intuyo pero no quiero hacer juicios de valor. Podría continuar describiendo situaciones realmente divertidas y alucinantes, como aquella que una chica entro con su novio, o aquella mujer que se puso hasta tres sujetadores uno encima del otro, y se marcho tan tranquila, etc. Pero quiero terminar estas vivencias de un humilde probador, con una historia, que de no ser porque la sensualidad de un probador es indolente, quizás hubiera seguido a esa chica hasta el fin del mundo.
Era mediodía, diría yo por la tranquilidad que reinaba en el centro, cuando delante del espejo estaba "Ella", la chica con los labios mas hermosos que nunca mi espejo había reflejado, eran carnosos con un brillo especial y natural que conformaban una boca que sin lugar a equivocarme diría que estaba diseñada para besar, cuando se desabrocho la camisa y se despojo del sujetador, sus preciosos senos aparecieron iluminados y tersos. Se probo otro sujetador de color granate intenso que los resaltaban aun mas y juntos a sus labios conformaban lo que en el mundo de los humanos seria una mujer diez.
Quise decirle lo hermosa que era pero como ya sabéis sólo soy un humilde y sencillo probador. Lastima.












Juan Miguel Aroca

agosto 2010

lunes, 6 de septiembre de 2010

El nuevo curso

     Hola a todas las compañeras y compañeros del curso pasado. Este año el día 14 de octubre a las doce de la mañana dará comienzo el nuevo curso de inquietudes culturales y literarias. no os tengo que decir la ilusión y las ganas que tengo de comenzar las clases. De volver a reunirme con todos vosotros, y de intercambiar relatos, poesías y cuentos y como no, espero que tengamos las sesiones habituales de Redes, ya sabéis el programa de nuestro amigo Punset. De esto último ya se encargara nuestra profesora.
      Por el contacto que he tenido con algunos de vosotros, se que este verano, la producción literaria ha sido abundante y productiva. Algunos de vosotros me habéis mandado al correo algunas cosas, otros me las han dado personalmente, en cualquier caso estoy asombrado del nivel que ya se palpa para este curso.
     Por correo, proximamente os mandaré la dirección del Blog para que podáis hacer los comentarios y las criticas sobre lo que iré publicando, y de lo que comentaré. Espero que os guste la idea y podamos convertir este humilde blog en un foro que nos ayude a superarnos cada día mas. Hasta la próxima publicación recibid todas-os un abrazo.